—¿Vas a terminar con Brisa Molina, una mujer tan hermosa? Si no quieres, podrías considerar perdonarla— aunque el refrán dice que se debe aconsejar la reconciliación, yo nunca aceptaría que mi pareja me traicione, pero si en este momento digo que la decisión de Armando es correcta, él podría pensar que tengo segundas intenciones.Por eso, por precaución, mejor aconsejar la reconciliación.—¿Crees que yo, Armando, perdonaría a una mujer que me pone los cuernos?— supongo que mis palabras lo molestaron mucho, la expresión apuesta de Armando se volvió más seria y me miró con furia.Sonreí torpemente, sin saber cómo responder. En mi mente pensé, —Si terminaste con tu mujer, ¿por qué me haces esta pregunta? ¿Qué quieres que te diga? Solo escuché accidentalmente, ¿era necesario que me pusieras en esta situación?—Además, la relación entre Brisa y yo no es lo que tú piensas. Solo nos aprovechamos mutuamente. Ella quiere fama y dinero, y yo solo busco satisfacer mis necesidades físicas—Armando
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