—Lorenzo, sé honesto, ¿realmente fuiste tú quien hizo todo esto? —frunció el ceño y preguntó Yelena—. Sé que estás molesto con el gerente Yáñez por lo que sucedió esta mañana, pero no deberías resolver el problema de esta manera tan radical.Lorenzo se quedó atónito, no esperaba que al defender a Yelena, ¡al final ella lo malinterpretara y eligiera ponerse del lado de los demás!En un instante, su corazón se volvió frío, se burló diciendo: —Entonces, ¿incluso tú no me crees? Bien, si la gerente Yáñez piensa que fui yo, ¡entonces fui yo! De todos modos, no importaba cuánto se explicara, estas personas simplemente ignoraban sus palabras.El corazón de Yelena se detuvo por un momento: —No dije que definitivamente fueras tú, solo te estaba preguntando.—¡Cómo te atreves a hablarle así a la gerente Yáñez! ¿Quién te crees que eres? Gerente Silva, debes despedir a ese despreciable —gritaron los aduladores de Luis de inmediato.Juan también mostró una expresión de desprecio: —Gerente Silva, ¿
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