—Entonces… me voy, ¿de acuerdo? No te olvides de sacarla —le dijo Juliana con una expresión muy vacilante, mirando hacia atrás varias veces mientras salía lentamente de la oficina de Pablo. Una vez que Juliana se fue, Pablo barrió con rabia todos los documentos de su escritorio al suelo.—¿Qué he hecho para merecer esto? —se lamentó profundamente.Solo de pensar que tendría que enfrentarse a Lucía nuevamente, Pablo se sintió muy molesto. ¿Qué condiciones le pediría esta vez?Mientras tanto, desde que se aclaró el asunto del plagio, Lucía se había quedado tranquila en casa y no había ido a la oficina. Además, los periodistas la vigilaban constantemente, lo que hacía complicado salir siquiera.Sobre todo, su mentora, Cuauhtémoc, había llegado a Nube, y Lucía quería enseñarle la ciudad.Pablo, al ver que Lucía no había venido a buscarlo al día siguiente, se sintió muy intrigado. Así que fue al departamento de diseño. Al entrar, vio a todo el personal bastante concentrado en sus tareas, to
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