Incluso se dobló de la risa, tanto que su cintura se dobló hacia adelante.Al ver esto, Miguel comenzó a preocuparse por la seguridad de Bella y, para no ser involucrado inocentemente, discretamente levantó la barrera de separación.Pedro observó a Bella, quien aún reía sin poder detenerse, incluso después de haber sido amenazada por él. Sus ojos estaban entrecerrados, con lágrimas brotando de las comisuras de sus ojos. En su rostro sonrojado no había rastro de resentimiento, frialdad, histeria o burla. Solo una sonrisa desenfadada y radiante.A pesar de tener la muñeca atrapada por él, el aroma de Bella se infiltraba en su nariz. Extrañamente, Pedro, que estaba claramente furioso hace un momento, ahora estaba notablemente más tranquilo. Pero en su lugar, una sensación de sed y calor lo invadió.Necesitaba una salida.Viendo los labios de Bella, la atrajo hacia sí y la besó. Para evitar que se resistiera, su otra mano se deslizó por su espalda y la abrazó contra su pec
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