Esta noche parecía tranquila, en realidad, el mal estaba creciendo. Milena miró la advertencia en su teléfono que indicaba que el contenido no se encontraba, y se enojó mucho que rompió el vaso que sostenía.—¡Todos son unos inútiles!Aunque sabía que podría ser Hernán quien eliminó la noticia, en lugar de culparlo, se limitó a regañar a los reporteros. «Este asunto no podía ser pasado por alto.» «De lo contrario, yo seguiría siendo una bailarina sin renombre y terminaría como una ama de casa, al igual que esa tonta de Jimena. Eso no es lo que quiero.»«¡Quiero ser la legítima señora Martínez!»Luego, Milena marcó nuevamente el número en el registro de llamadas.—Te doy otra primicia. Milena, la reina del baile, se casará con Hernán poco después.Al colgar el teléfono, los ojos de Milena se llenaron de orgullo. Sabía que Hernán sentía afecto por ella, pero Gerardo no estaba de acuerdo del matrimonio de Hernán y ella. «Pero, si los periodistas me siguen en secreto y me veo obligada
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