Capítulo 77 La persona calificada para acompañarlo en el asiento del copiloto
En la sala privada, Silvio permanecía en completo silencio y Elena no sabía qué decir, solo se sentaba nerviosa a su lado.Después de que el camarero sirviera los respectivos platos, finalmente él la miró y dijo: —¡Prueba algo!Elena le echó una leve mirada, ya de por sí algo nerviosa, y ante sus crudas palabras, sin atreverse a desobedecer, comenzó a comer en un ambiente extrañamente tenso.Mientras dejaba con sutileza los cubiertos, Silvio también los dejó y observó lo que quedaba en el plato de ella, luego llamó directamente al camarero: —¿Han cambiado de chef aquí?—Silvio, como sabes, nunca hemos cambiado de chef, y, además, cada vez que vienes, es nuestra mujer quien cocina personalmente.—Entonces dile a tu mujer que no estoy satisfecho con la comida que preparó hoy.Elena se quedó muy sorprendida por un momento; ¡ella pensó que la comida sabía bastante bien!Inicialmente, ella se preguntaba por qué él, en un restaurante tan apartado y aparentemente modesto, elegiría venir justo
Leer más