Vittorio Amorielle y Ellis llegaron al Park Hyatt Milano en Milán, Italia, acompañados por su comitiva de 10 guardaespaldas armados. La presencia de un grupo tan grande llamó inmediatamente la atención de todos a su alrededor. Vittorio, luciendo su elegante traje azul marino a medida, caminaba con confianza, mientras Ellis, con un mono corto de mezclilla y zapatillas, lo seguía de cerca. — Seguramente sabes cómo causar impacto, Don Vittorio —comentó Ellis mientras observaba las miradas dirigidas hacia ambos. — Ah, aún no has visto nada, señora Amorielle —respondió Vittorio. Al acercarse al mostrador de recepción, el personal del hotel se sorprendió por el número de guardaespaldas que los rodeaban. Vittorio se apoyó en el mostrador, con su mirada penetrante fija en la recepcionista. <
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