Después de lavarse, Selene salió del baño una vez más.En la habitación, todo estaba vacío.Selene respiró hondo, tratando de ajustar sus emociones, y comenzó a bajar las escaleras.Al llegar al salón del primer piso, vio a Pedro sonriendo mientras comía galletas. Al ver a Selene, su sonrisa se hizo aún más grande.—¡Selene, buenos días!Selene asintió sonriendo hacia Pedro. —Buenos días, abuelo.—Andrés no está aquí para desayunar conmigo, dijo que tenía asuntos de negocios y se fue apresuradamente. ¿Quieres desayunar conmigo, Selene?Pedro estaba lleno de expectativas, y Selene no podía negarse. Además, ella realmente tenía hambre.Al asegurarse de que Andrés no estaba cerca, respondió: —Por supuesto, tengo hambre.—Ven, vamos al comedor y veamos qué ha preparado Fermín en la cocina.Pedro realmente apreciaba a Selene, y al ver las marcas en su cuello, no podía dejar de sonreír, pensando en la posibilidad de tener un bisnieto. Estaba lleno de alegría.Una vez en el comedor, un desa
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