NOHA.Todo es por el bien de Emma, no lo olvides, solo habla con esa mujer, di que la perdonas y listo, una preocupación menos para ella.—Hijo.Hijo, ¿cómo me puede llamar así? Me levanto y doy la vuelta con toda la intención de mandarla a cualquier sitio lejos mío, y me congelo, ella se parece a mí, es muy joven y esos ojos, tan llenos de dolor, que te hacen sentir pena de solo mirarlos.— Mi pequeño Noha, lo único bueno que tengo en esta vida. Mi niño.Y cuando me abrazó, sentí algo que jamás sentí en mi vida, me sentí pequeño, débil, asustado, un niño, que necesitaba la protección de su madre, un abrazo cálido, una caricia, un amor único e incondicional. — Mamá.Ella me presiono aún más fuerte y es que en esa palabra iba toda mi frustración y necesidad por ella, Emma tenía razón los padres son dios a los ojos de sus hijos, y quien soy yo para juzgarla. —…Como vez hijo, mi intención nunca fue dejarte, pero le seguía temiendo a tu abuelo, solo una orden de él y te perdería para si
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