Capítulo 73: Quiero una respuesta ahora, gatita Los brazos de Kath parecían gelatinas semi cuajada, las piernas le temblaban, bueno, todo le temblaba a decir verdad. Para cuando Edan le quitó las restricciones ya se le había cómodo el coño, dos veces y la había dejado al borde del orgasmo un par de veces y aún así no la dejo correrse en ningún momento, después de todo era un castigo, pero con lo masoquista que era, lo estaba disfrutando a lo grande. La dejo en una de las tumbonas del balcón pero si creía que el castigo se había terminado pies estaba equivocada, Edan tenía una última ronda de buena follada para ella. Ya el sol estaba ocultándose, el cielo estaba pintado en un color naranja y rosado que hacía del momento más romántico e inolvidable. Se metió en medio de sus piernas y entro en ella de forma lenta, tanto que Kath lo sintió como una verdadera tortura, y el sonrió con malicia porque sabía que ella estaba muy sensible y con ganas de poder correrse pero no la dejaría n
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