—Últimamente, me he sentido muy ansioso, he tenido mucho trabajo, cerré un proyecto de un hotel, al cliente le gustó mucho, —le digo entrando al consultorio de la tía Paola.—Eso es bueno, —me contesta y tomando su café de mis manos, —dime y que tiene de malo que hayas cerrado ese contrato, es lo que a ti te gusta, para eso te has preparado, como estás con la dirección de la importadora, —me pregunta.—Esta bien, estoy haciendo una evaluación de todo el personal, han estado haciendo algunos manejos raros, estamos viendo cómo mejorar y retener a los antiguos clientes, —le digo y tía Paola me sonríe.—Hay algo más que te tiene inquieto, cuéntame —dice y me hace pasar a la sala que tiene en el consultorio.—Bueno, tuve pesadillas otra vez, volvieron recuerdos de cuando era niño, y ayer la vi, hoy también, — le digo y tía Paola me quedo viendo.—A ver a quien viste, tienes un brillo en tu mirada, Luciano hay cosas que yo como tú psicóloga no puedo tratar contigo, dime a quien viste, —me d
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