Megan no podía hablar, estaba en shock, sus manos le temblaban, veía las fotos una y otra vez, una y otra vez pero no había dudas, era él. Soltó todo aquello de golpe, era como si la estuvieran quemando todas esas imágenes, se llevó las manos a la cabeza, solo hacía negar con ella, no podía ser, no él, seguro que era algún montaje, si era eso, con la tecnología moderna se podían hacer milagros. -“Serénate, Megan serénate y revisa con calma”- se dijo a si misma y después de respirar varias veces profundamente volvió a revisar las fotos.Por más que veía no encontraba ninguna pista que le indicara lo contrario, ¡era él!. Sus manos volvieron a temblar, ni cuando operó por primera vez en su vida se puso así. En la caja no solo habían fotos, sino también unos papeles que parecían ser como fotocopias de periódicos viejos, Megan empezó a leer y no podía creer lo que decía ahí, tuvo que soltar todo aquello y correr al baño cuando las ganas de vomitar la sorprendieron, vomitó hasta las ganas
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