Por instinto de protegerse, Valentina forcejeó con fuerza. Sin embargo, de repente, una mano firme de un hombre agarró la suya y entrelazó sus dedos de manera sugestiva.Él escondió la cabeza en su cuello, y su respiración pesada sopló en su clavícula, haciendo que sintiera picazón y un escalofrío intenso. De forma instintiva, intentó darle una patada en sus partes íntimas. Pero, al levantar el pie, su rodilla fue controlada por su mano:—¡Vaya mujer más cruel!Hace dos días, ella se había ofrecido a comprar una noche con él, ¿pero hoy planeaba quitarle la capacidad de tener descendencia?¡Maldita sea!En realidad, cuando Valentina abrió la puerta de la habitación, él la había reconocido. Por eso derramó intencionalmente alcohol en el suelo para ocultar su olor. Al mismo tiempo, modificó un poco su voz para que ella no lo reconociera.De repente, la marca de los labios en la camisa de Noah volvió a su mente, lo que despertó su ira una vez más. Preguntó:—¿Quién te pidió que vengas aquí
Leer más