Nina En un abrir y cerrar de ojos, pasé de tener a un gigantesco hombre lobo marrón intentando morderme el cuello a tener ahora a una maltratadora y muy humana Lisa arañándome con sus uñas cuidadas. “¡¿Qué demonios?!”, grité. Enzo, que acababa de cambiar a su forma de lobo, volvió a su forma human
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