—No, no, ¡quiero irme ahora!— Alejandro se dio cuenta de que algo iba mal, con la garganta seca, intentó abrir la puerta a la fuerza.La puerta de la oficina del CEO estaba hecha de un material especial; el vidrio unidireccional permitía ver hacia afuera, pareciendo frágil, pero en realidad era difí
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