Emiliano quedó en silencio por un momento después de que Luis se fuera. Finalmente, se dio la vuelta y se dirigió hacia la mansión.—Emiliano, ¿me puedes soltar, por favor? —Juliana, que de alguna manera se había despertado, habló suavemente.Sus ojos negros se abrieron, claros y limpios, pero su to
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