El rostro de Ricardo palideció en un instante, y con labios temblorosos dijo: —Señor Ramos, yo sé que lo que acaba de ocurrir le ha enfadado mucho. Qué le parece esto, mañana llevaré personalmente a mi mujer a la familia Ramos para pedirle disculpas y rogarle que nos perdone.Leonardo respondió con indiferencia: —Señor López, si la señora Jiménez fue realmente sin querer, puedo perdonarla, pero usted debe saber muy bien si lo hizo a propósito.Al saber que era inútil rogar más a Leonardo, Ricardo dirigió su atención a Natalie.—Natalie, tu mamá, ella ya sabe que hizo mal, ¿puedes...?Antes de que pudiera terminar su frase, fue rechazada por Natalie, —No puedo. Ya ha hecho muchas cosas parecidas antes, puedo tolerar que favorezca a Matilda porque Matilda es la hija que crió desde niña, y quiere mucho a Matilda, pero es evidente que hoy ha hecho daño a propósito, eso no lo puedo perdonar.El rostro de Ricardo se puso repentinamente blanco, sabía que el Grupo López estaba realmente acabad
Leer más