—Él dijo que si quería morir, que muriera de una vez, sin aparecer frente a él y perder el último rastro de buena voluntad que pudiera tener. Mi madre finalmente no pudo hacerlo, porque sabía que si también se iba, yo estaría solo. Pero desde entonces, ella no se recuperó, comenzó a beber y fumar con el dinero que mi padre dejó. Después de beber, se lastimaba a sí misma, brazos y piernas, en solo dos años, no quedaba un solo centímetro sin cicatrices. Lo que más temía en ese momento era regresar a casa, tenía miedo de encontrar a mi madre muerta en casa, y aún más miedo de escuchar sus llantos. Estos días tortuosos duraron cinco años, al final, mi madre desarrolló un tumor maligno. Le rogué que buscara tratamiento, pero ella, con sus manos delgadas y llenas de cicatrices, apretó mi mano y dijo que no quería seguir siendo una carga para mí, dejándome el último dinero para que pudiera crecer bien.No guardes rencor a mi padre, no lo busques. Porque él es un demonio. Ella esperaba que me c
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