Después de que se colgara el teléfono, las dudas en el corazón de Ximena no se disiparon.En ese momento, Andrés salió del baño. Ximena consideró por un momento y luego le contó a Andrés sobre el asunto.Andrés se sentó, sonriendo ligeramente a Ximena, —¿Qué piensas?Ximena respondió, —No lo sé. Si no acepto su amabilidad, parecerá que no confío en ella.Andrés asintió, —Dado que no encontramos nada extraño, mejor acepta su amabilidad y déjalo fluir. Pero lo que puedo asegurarte es que, con la precaución con la que ella hace las cosas, no debería haber problemas con la fábrica que ha encontrado para ti. Puedes usarla con tranquilidad.Ximena dejó el teléfono, —Sí, lo sé, hagámoslo así por ahora.Andrés tomó un pañuelo y se limpió las manos, —Xime, ¿te gustaría conocer a tus tíos?Ximena se sorprendió, —¿Tíos?Andrés asintió, —Sí, acaban de regresar del extranjero. Si supieran que eres Xenia, estarían encantados.Ximena sonrió amargamente, —Hermano, no tengo intenciones de reco
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