—Leticia, ¿podrías dejar de hacer escenas, por favor? —Pedro frunció el ceño—. Si fuera cualquier otra cosa, incluso algo de valor incalculable, te lo daría, pero realmente no puedo darte esta ginseng.—¡Sí! ¡Soy yo la que está haciendo un escándalo! Si no quieres dármelo, entonces olvídalo, buscaré otra solución yo misma —Leticia se volteó, molesta.Antes, Pedro solía acceder a cualquier petición que ella hiciera.Pero ahora, ella solo pedía un ginseng, y él rechazaba tan rotundamente.Claramente, no la consideraba importante.Parecía que, con su nuevo amor, su antiguo cariño ya no era importante.—¡Pedro! Mi hija te pide ginseng, es una oportunidad para ti, no seas desagradecido.h—Yolanda exclamó.—¡Exacto! Con el estatus y la belleza de mi prima, hay innumerables jóvenes talentosos deseando ofrecerle ginseng. ¡Más te vale aprovechar la oportunidad! —Paula habló con la cabeza en alto.—Si necesitan ginseng, puedo utilizar mis contactos para ayudarles a encontrarlo, pero no puedo desp
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