—En un lujoso salón privado de un club.Gedeón, como el jefe, estaba recibiendo calurosamente a un hombre calvo con gafas.A su lado, varias bellas acompañantes se movían seductoramente, atendiendo con gran cuidado.—Rogelio, se agradece que haya venido personalmente, esto es una pequeña muestra de mi aprecio, por favor, acéptelo.Gedeón sacó un cheque, lo colocó sobre la mesa y lo empujó hacia adelante.El calvo Rogelio solo le echó un vistazo y luego ignoró el cheque, continuando bebiendo de la copa con una de las bellas acompañantes.—Mira mi memoria, casi olvido el regalo de bienvenida.Gedeón rápidamente entendió, tomó una caja de regalo de al lado y la extendió con ambas manos.Al abrir la caja, dentro había una estatua de un toro de oro, pesando varios kilogramos.Por lo bajo, se estimaba que valía al menos uno o dos millones.—Jajaja, Gedeón, eres demasiado amable. ¿Nuestra relación requiere de un regalo tan valioso?Rogelio, al verlo, inmediatamente sonrió y de manera muy natu
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