Nina Cuando llegué a casa, Jessica y Lori estaban furiosas."¿Dónde estabas?", gritó Jessica en cuanto entré por la puerta. Ni siquiera tuve la oportunidad de colgar la chaqueta. "Nos abandonaste", dijo Lori, cruzándose de brazos. "Pensamos que te secuestraron o algo así. Luego llegó el tifón y seguías sin contestar el celular"."Bueno, mamá y papá", dije, tirando mi bolsa sobre la mesa. "Lo siento. Solo, ya sabes... me sentía sola, y había un chico guapo".Jessica soltó un gran suspiro. "Bueno, al menos pudiste avisarnos que te ibas", dijo. "Pero sé que con todo lo que está pasando últimamente, esas cosas pasan".Mientras tanto, Lori no parecía nada convencida. Siempre fue más intuitiva que Jessica y siempre se daba cuenta de las mentiras, pero esta vez no dijo nada. Aun así, ver su expresión dolida me hizo sentir fatal por mentir y no podía dejarme ir así.Respiré hondo. "En realidad", dije, mirándome los pies, "no fue eso lo que pasó. Hice algo realmente estúpido y, sincer
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