—¿Estás seguro? Cuestionó con tono preocupado y derrotada Raquel. Quería pensar que lo que me dijo Carlos una noche antes se trataba de un error que cambiara por la mañana, pero todo seguía igual... Tristemente, exactamente igual, no era un error, era una horrible realidad. —Sí, lo siento mucho, sé que no es la noticia que esperabas escuchar, pero aun así, a pesar de esto aún no hemos perdido, no se ha muerto la esperanza. —Detener las actividades de la empresa ¿No es haber perdido? Respondió con frustración Raquel. —Lamentablemente, no pude hacer mucho, el Licenciado Prado, se niega a ceder y dejar a un lado la compra de la empresa que prácticamente ya era de él. Raquel resopló molesta. —No sabía que se puede detener las actividades de una empresa, eso solo genera atrasos y muchos más problemas. Exclamó Raquel tratando de entender la situación frente a ella. —En realidad no es algo muy común, porque como dices detener las actividades de una empresa, genera más problemas, pe
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