XXV. Mi nuevo guardaespaldas
Punto de vista de Anastasia Wilde- ¡¡James!! - me abalancé al medio de la calle, en cuanto estuve libre de la restricción de Sisi.Corrí hasta donde estaba el hombre acostado con mi bebé llorando, pero protegido contra su pecho y me arrodillé en la calle a su lado.- ¡Bebé, todo está bien, no llores, todo está bien! - fui a sacarlo de los brazos de hombre, que al darse cuenta de que alguien le intentaba quitar al bebé, abrió sus ojos negros con una mirada fiera, pero cuando vio que era yo, aflojó su agarre sobre mi hijo y me permitió cargarlo, para revisarlo y tranquilizarlo.Con manos temblorosas palpé a mi pequeño James, mi corazón aún latía frenéticamente y lágrimas caían de mis ojos.A mi alrededor toda la seguridad cerrando un cerco y buscando a los culpables.- ¡Ana, déjame examinarlo! - me dice Carlos, también nervioso, pero no me quiero separar de mi hijo, aun así, se lo doy, porque él es el doctor y quizás ve algún daño que yo no he visto.- ¡Gracias, gracias, te debo la vid
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