Parte 3...Y Lorenzo le permitió explorar su cuerpo, tocarlo donde quisiera, sin prisas, con una mirada curiosa y sedienta a la vez. Para ella fue como un viaje místico, su cuerpo resplandecía con cada escalofrío, atenta a su toque.Al igual que él, Juliana también le permitía tocarla como ella deseaba, explorar su cuerpo, aún virgen a aquellas sensaciones, pero que ahora esperaba ansiosamente experimentar los placeres que él le prometía.Sin darse cuenta, se lamió los labios, pero en el fondo tenía muchas ganas de lamer todo su cuerpo, sentir su piel en la boca, absorber su olor masculino.Se inclinó para besarla, pero esta vez supo ser más lento, más suave, como ella le había pedido que fuera. No era lo suyo, pero por ella podía contenerse un poco. E incluso sería bueno, porque ella estaría más relajada y sabría que podía confiar en él.El aire frío volvió a entrar por la ventana y tocó sus cuerpos, pero por dentro ardían. Y no era solo ella quien estaba ansiosa en este momento. Él
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