capitulo 22Dos horas después, estaciona el auto de su amiga frente a la casa de sus padres. Lo único que quiere es entrar, darse una ducha para quitarse todo el dolor y la tristeza y extrañarlo.¿Falta? ¡Sí! Mucho, estaba acostumbrado a él, el rostro hermoso, las facciones maduras, la voz de un ángel. Se preguntó por un momento por qué nunca se enamoró de su amigo. Es muy parecido a su padre.La diferencia está en la forma, en la mirada, en el andar, en el tono de la voz. Su cuerpo es mucho más grande, lleno de músculos y más alto que el de su hijo. Con solo imaginarlo, tu cuerpo traicionero comienza a desearlo. Si estuviera cerca de él, no mediría los esfuerzos para sentarme en el miembro grande y grueso.- Ah, qué ganas... - se dice a sí misma.Al entrar a la casa, siente sus emociones en conflicto, se arrepiente de haberlo abandonado, pero por otro lado, se siente aliviada, porque ya no verá a Marcela. Poniendo su mano sobre su boca, corre al baño y vomita.— Hija, ¿qué pasa, amor
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