CAPITULO 40Alejandra tuvo que aceptar en contra de su voluntad quedarse en la casa de la mujer que era su enemiga.Odiaba todo de Helena sin imaginar que era la Kenia de la que se burlaban, quizás porque también envidiaba a Kenia.En el fondo de su corazón, Kenia tenía todo lo que ella deseo, estaba lejos de ser la belleza.Kenia tenía un padre y una madre que la amaba, que le daban todo, sentía que Kenia era más lista, y que tenía todo un futuro por delante si dejaba de sentir esa inseguridad por su gordura.Poe eso la molestaba, porque ella tendria una vida mejor de la que ella había tenido.Alejandra sabía que tenía que acabar con la obsesión que tenía hacía Daniel, el solo le había demostrado con el pasar de los días que ella era su juguete personal y que nunca la iba a amar como ella deseaba.— Quiero dejar las reglas claras, no somos amigas — Alejandra abrió los ojos con la prepotencia que siempre la caracterizaLa mujer no estaba dispuesta a poner de su parte, no quería tener
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