Leona sintió un escalofrío en su rostro cuidadosamente maquillado y se sintió inquieta.—Además, ¿somos cercanos? No es apropiado que te aferres a mi brazo de esa manera—dijo Rodrigo con una mirada fría, retirando su brazo con fuerza pero lentamente.—Rodrigo, lo siento, eres buen amigo de mi hermano, te considero como un hermano de verdad, no tengo ninguna otra intención—Leona explicó rápidamente, temiendo que Rodrigo la odiara.—Tú eres la hermana de Alejandro, no la mía. Ten más cuidado la próxima vez—respondió Rodrigo fríamente, y se dio la vuelta para marcharse.Hoy llevaba la ropa que Irene le había regalado, no podía permitir que alguien insignificante la ensuciara.Leona apretó los dedos con resentimiento, casi haciéndose sangrar las palmas de las manos.De repente, Rodrigo se detuvo en seco, una mano en el bolsillo de su pantalón, entrecerrando los ojos mientras la miraba fijamente.Leona rápidamente mostró una sonrisa radiante, su corazón latía emocionado.¡Así es, Rodrigo er
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