Este asunto era el tabú más doloroso que Clara había estado reprimiendo en su corazón.Después de perder a su hijo hace dos años, durante mucho tiempo no se atrevió a pasar por tiendas de maternidad e infantil, ni a escuchar a alguien hablar de un niño. Incluso las imágenes de bebés en la televisión la hacían abrazarse la cabeza con dolor, sintiéndose mal por un largo tiempo.Ella siempre recordaría aquella noche de Navidad hace dos años, nevando, cuando conducía sola con abuelo a la playa para ver la nieve. Sin embargo, tuvo un accidente en el camino. Para salvar a abuelo lo más rápido posible, sin importar su propio dolor, lo cargó en el coche y se dirigió de inmediato al hospital, ganando tiempo valioso para salvarlo.En ese momento, la familia de Hernández estaba de vacaciones en Nueva York, y Alejandro fue a los EE.UU. para pasar la Navidad con Beatriz.Clara aguantó el dolor en su abdomen, sosteniéndose hasta que Adrián, el secretario del abuelo, llegó. Pero finalmente, sin fuerz
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