Shantelle soltó un fuerte suspiro. Llevaba casi un minuto sosteniendo su teléfono. "Shanty, es solo un número de teléfono", dijo Evan. "Tendrás que ponerte en contacto conmigo por nuestro hijo Lucas". "Evan, no atenderé llamadas que no tengan que ver con mi hijo, así que no te hagas ilusiones", aclaró Shantelle. Una risita salió de los labios de Evan. Respondió: "No pensaba hacerlo". Shantelle puso los ojos en blanco. Le dio su número personal y guardó el de Evan en su teléfono. Después, le dio otro número. “Este es mi número del trabajo. Llámame solo en casos de emergencia". "Gracias, Shanty. Guardaré tu número como si fuera un tesoro", dijo él con una sonrisa. Shantelle contuvo las ganas de volver a hacer una mueca. "Todavía no ha comido. Insistió en desayunar contigo", reveló ella. "¿Es eso cierto, Lucas? ¿Quieres desayunar con tu abuela y conmigo?", preguntó Evan, mirando hacia su izquierda, donde Lucas se aferraba a su cintura. "¿Abuela? ¿Otra abuela?", pregun
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