AlbertoSoy un grandísimo idiota, no hay descripción más acordé para lo que soy, no sé porque fui tan imbécil y me dejé llevar por el juego y por los brazos de una mujer que solo querían mi desdicha, pues aunque hoy me arrepiento de no haberle dicho a Monserrat tantas cosas, sé que ya no hay más tiempo y ahora mucho menos que se va del país, y siento que me muero pues siento que mi vida se va con ella, mi felicidad, mi mundo todo giraba alrededor de Monserrat, sé que no tengo la cara para decirle que se quede, que no me deje.Que ese hombre que está aquí se muere por ella, se muere por hacerle el amor cada noche, por besar sus labios con sabor a miel, por recorrer con mi boca cada centímetro de su piel, por decirle que me encantan sus ojos cuando se concentraba en mí, o verla rodarlos cuando algo le enojaba, que me encanta su cabello que siempre huele a vainilla que se convirtió en mi aroma favorita, que no quisiera que nunca me dejara pero ahora todo se fue a la basura, ahora soy el
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