Dos semanas despuésLa muerte de mi padre todavía sigue latente, pero, al menos, ya no voy caminando como un zombi a todos lados, ya soy más consciente de las cosas qué hago, hacia donde voy por las calles, mi estómago está procesando mejor la comida también. Supongo que, poco a poco, las cosas irán tomando su curso.Unas chicas de clases me invitaron a una fiesta esta noche, pero todavía no estoy de humor para eso, además, todavía no sé si lo hacen realmente con la intención de que yo despeje un poco, o para salir como las amigas de la “chica del momento”.Por suerte para mí, José ha entendido que este es mi tiempo de duelo y me ha dado mi espacio, no me ha perseguido más y al cruzarnos por los pasillos solo me ha saludado asintiendo con su cabeza. lo agradezco muchísimo, no estoy en condiciones de tener una de nuestras controvertidas discusiones.Justo hoy tenía un examen, no pude estudiar mucho, mi cabeza no me dejaba concentrarme bien, pero, a pesar de todo, creo que no me fue de
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