- Maya... Maya, no... no... no...El sol solo fue visible por unos minutos, antes de ser cubierto por nubes, como si viniera a decirme adiós. Y ahora está nevando. Todo me parece tan oscuro, pero tan brillante.- Tengo que llamar... a la ambulancia...Caleb toma su teléfono, en pánico.- ¡Hola, trae todas tus ambulancias! Soy Caleb Al-Hassan, le dispararon a mi esposa, ¡rápido! ¡Te lo ruego, date prisa!Luego cuelga pero todavía no suelta su teléfono.- Caleb... Traté de llamarlo .- Tengo que... tengo que llamar...-¡Caleb! Digo con un poco más de fuerza.Finalmente, su atención está en mí. Lo miro a los ojos y no veo nada más que miedo extremo. El miedo a perderme.- Quédate conmigo, por favor… dije , mis labios temblando.- Estoy contigo... Estoy aquí, mi ángel. Estoy aquí, mi rosa. Me dijo suavemente . No te dejaría ir. Prometido.Me mira con tanta esperanza que se me parte el corazón. Sé lo que él no sabe. no sobreviviría. Es muy tarde. Pero no tengo el corazón para decírselo.Qu
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