—Supongo que comprendo lo que dices, pero no hay nada que yo pueda hacer, no es un asunto que me corresponda, cómo te mencioné estoy aquí porque pensé que quizás te gustaría hablar con alguien, tengo entendido las condiciones de este lugar, que aunque él logró acomodar la casa bastante bien, hace falta muchas comodidades. —dijo Martín.—Si, no debes preocuparte, no te estoy pidiendo que me ayudes, solo que te mencionaba lo que está ocurriendo, por lo menos si sabes si ellos están bien, puedes decirme, no te estoy pidiendo gran cosa, no me atrevo a preguntarle por qué siempre tiene una excusa —explico Sally—. Siempre dice que me merezco lo que está pasando, me echa en cara su pasado, por eso prefiero no preguntarle a él y por eso te lo estoy preguntando a ti, te repito que no te meterás en problemas, solo por decirme que mis padres están bien, sé que lo has visto.Martín se encogió de hombros, sabía que ella tenía razón, si sabía la situación que estaban viviendo sus padres.—Sé perfec
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