Rosé16 de noviembre, 2020.—Ella estará aquí en menos de dos horas y me acompañará al doctor así que puedes irte al trabajo con tranquilidad —planté un beso en la mejilla de mi esposo, quien ya estaba listo para irse a trabajar, pero, no quería irse debido a la cita que tengo con el médico— Aleska se hará cargo, ya te lo ha dicho muchas veces. Deja de preocuparte.—Es inevitable no preocuparme por ti, mi amor —besó mis labios de manera dulce— ¿Estás segura que no necesitas que también te acompañe? No me molesta no ir al trabajo por un día, y recuperarlo después.—No necesitas tomarte esa molestia, al menos no hoy —le brindé ligeros golpecitos a sus mejillas, un poco sonrojadas— Te amo, Wonho. Ya lo sabes.—Te amo más, lindura, ya lo sabes —besó mi nariz juguetón. De pronto, el timbre sonó— Parece que Aleska ya está aquí.—Parece que sí —sonreí—Iré a ver.No sabía cómo iba a sentirme luego de la visita al médico, por lo que había optado por usar un s
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