Karim llego a la oficina con premura, tenía deseos de ver a la mujer y conversar con ella, necesitaba darle una explicación de por qué se había ido de esa forma, quería saber lo que tenía ella grabado en su mente, no quería que lo odiara, no quería que pensara que él era un aprovechado o un patán que la había usado y luego se había marchado como un cobarde. Lo que más le interesaba era saber por qué se interesaba tanto en las emociones de la mujer.Llegó a la oficina totalmente afanado, quería verla apenas entrara al lugar, pero se decepcionó cuando al llegar a la oficina la mujer no estaba y tampoco su equipo de trabajo, preguntó a otros empleados si la mujer había ido más temprano, pero todos negaron, solamente Casey se había presentado esa mañana para buscar unos documentos y luego se había retirado. Así que Karim comprendió que posiblemente Aiko no quería verlo y se había ido a trabajar al hotel, él le daría su espacio, más tarde iría a verla para aclarar las cosas y colocar todo

Karim sabía que Aiko tenía establecida ciertas reglas para la relación “sin compromiso” que ellos tenían, las había leído en el documento inicial que el mismo había roto y estaba de acuerdo con todas, porque las mismas normas él se las había autoimpuesto, no tendría ninguna relación con ella en el espacio en el que vive, ni en el que trabaja para evitar recuerdos importantes y conexiones emocionales, lo mejor era conservar distancia en ciertos aspectos.En soledad, en su casa, en la oficina o cuando manejaba en su auto, podía pensar los acercamientos que tendría con la mujer, las palabras adecuadas que debía decir, como enamorarla y tenerla pérdida a sus pies, pero la verdad es que cuando la tenía enfrente, todos sus planes se venían abajo, actuaba diferente, sus palabras eran otras, en ocasiones se sentía decidido, valiente, directo y determinado, y en otras ocasiones, sentía que era muy torpe y sus palabras terminaban siendo algo estúpidas, sin darse cuenta iba violando poco a poco

De todas las experiencias íntimas que Aiko y Karim habían compartido hasta el momento, ésta estaba resultando ser diferente, no sabía si tenía que ver con el hecho de que ésta experiencia debía representar en su mente y en su corazón una despedida, cada toque, cada caricia, cada beso, cada palabra y cada suspiro, quedaría grabado en su mente como la última vez que compartió con su primer amor, tal vez Karim sería el único amor de su vida, el que recordaría durante años aunque lograse vivir con otra persona y tal vez formar una familia, Karim siempre sería importante para ella. Aiko sentía como si una fuerza invisible los estuviese uniendo, entre ellos había algo que no se decía, pero se sentía y que trascendía a las expresiones físicas que estaban compartiendo en ese momento, era como si cada beso y toque, tuviesen algún significado mucho más allá que la satisfacción y el deseo. Karim se estaba entregando por completo, se sentía en paz, se sentía pleno, no había otro lugar donde quis

Aiko no fue capaz de terminar con Karim esa tarde, en su lugar comenzó a distanciarse poco a poco, regresó a trabajar a la empresa para evitar las llamadas y las reuniones privadas, cada tarde tenía alguna excusa para no verle fuera del trabajo e incluso había cambiado de hotel, intentando deshacerse de las cosas que le recordaban la relación que tenían.Sasha parecía estar conforme con la obediencia de la joven mujer, la había llamado un par de veces desde su partida y por supuesto que Aiko estaba segura de estar siendo vigilada, por lo que se aseguraba de hacer las cosas bien.El trabajo avanzaba, cada día tenían un mejor panorama, el tío de Karim, el señor Ali había aparecido en sus vidas, ahora era un nuevo accionista del proyecto de construcción del hotel, parecía ser un hombre muy adinerado, correcto y responsable, también era agradable tener un nuevo socio que aligerara la carga económica del proyecto, además era mucho más experimentado que ella y Karim, Alí Abdul había traído

Para Karim las horas en el avión fueron interminables, no había revisado las redes sociales ni noticias en internet para saber si lo que decía su hermana era cierto o no, pero sabía que su hermana era muy capaz, lo peor para él era pensar que Aiko tuviese la peor impresión de él y no quisiera verlo. El avión había enfrentado una fuerte turbulencia que les impedía el acceso al internet, según la azafata no lograban reconectar el servicio, eso hacía que Karim se sintiera impaciente. Respiró profundo, mientras apretaba una y otra vez su pequeña pelota antiestrés, sabía que debía intentar relajarse, tal vez dormir, aun le quedaban nueve horas de vuelo, y no había nada que pudiese hacer estando allí. … Aiko llegó directo a la mansión familiar, estaba hecha un manojo de nervios, aunque su abuelo tenía un tiempo largo en cama, estaba siendo atendido por grandes especialistas y en su última visita se había enterado que estaba mejor, ella lo había visitado y le había hablado, para ella su ab