VINCENTAsaltantes. ¡Maldita sea!—¡Oh, Dios mío! Vincent, ve a ver qué le pasa—. Carmen se dirige hacia mí, haciendo que la mire con incredulidad.—¿Estás loco?— Agarro el volante con más fuerza para no gritar. —Es un atracador. Si sales del coche, te robará.Ella abre los ojos como si hubiera dicho algo impío.—¿Cómo puedes ser tan cruel, Llorís?— Señala hacia el cuerpo en la carretera. —Esa persona podría estar herida y necesitar nuestra ayuda. ¿Dónde está ahora toda tu 'caridad'?Aprieto los ojos. —No está herido, Carmen. Es sólo un truco.—¡Eres increíble, Llorís!—, gruñe. —Ayer estuve a punto de morir. Ese cuerpo podría haber sido yo. Ese hombre debe necesitarnos.—Sí, nos necesita para robar seguro—, gruño, con el centro de la frente haciendo tictac de dolor. Oigo el sonido de la puerta del coche abriéndose y me giro para encontrarla saliendo del coche.¡Maldita sea!—Carmen...— Estiro una mano para agarrar su muñeca y tirar de ella, pero ya está fuera y cierra la puerta de go
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