Dmitry SokolovAnoche, después de hablar un rato, Kira y yo tuvimos sexo duro y salvaje como nos gusta. Ambos nos complementamos a la perfección, y disfrutamos de unir nuestros cuerpos. Es genial sentir esta conexión con una persona y sinceramente, me encanta. Pasar mis dedos por su cuerpo, sentir su piel, rozar sus labios con los míos y con las yemas de los dedos, verla sonrojarse cuando tiene un orgasmo, admirar sus ojos llenos de deseo cuando está excitada, su sonrisa malévola al provocarme; todo en ella me vuelve loco. Kira es ese complemento que por mucho tiempo estuve buscando en una mujer y finalmente, lo encontré. Por eso y muchas cosas más, no dejaré que Alexandra se salga con la suya; pagará con creces lo que está haciendo.Me levanté temprano y dejé a mi pequeña descansar porque nos acostamos tarde luego de tantas sesiones de sexo. Estoy terminando de tomar un café cuando veo a Mijaíl aparecer por la puerta. —Buenos días, señor. —Buenos días. —Ya reuní suficientes homb
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