17 de diciembre 2022. Suecia. Antonella. -Eso se ve grande, grueso, y manejable. -Sí, es muy grande. -Lose, puedes hacer lo que quieras con él. -Mis manos son muy pequeñas, para algo muy grande. -Podrás con ello pequeña, princesa. - ¿Seguro? -Obvio, pan comido para ti. -Bueno, crees que quepa. -No es tan estrecho o ¿sí? luego de eso hubo un silencio que solo lo hizo sonreír. -No, la puerta es de más de dos metros y el árbol es de dos metros, lo llevaré, me has convencido, se verá bien. -Vez. Siempre tengo la razón. -Sí, claro ahora presumido, como lo subirás al auto. -Con las manos, claro está. -Guau, eres muy inteligente. Llevamos más de una hora en busca del árbol perfecto, falta una semana para Navidad, y la casa no está adornada, está fea. En mi estado no puedo ayudar mucho, básicamente soy una ancianita en bastón, ¿dónde queda lo sexy? Stanislav, sonríe brindándome la sonrisa más sincera, una sonrisa que trasmite tanto amor que me hace sonrojarme. Dios desde cua
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