Capítulo 55. NO HAY NADIE MÁS CALIFICADO QUE YO
—¿Por qué no puedo verla antes de que ingrese a pabellón?—insistí comenzando a molestarme—. Ya he estado en pabellón antes. Puedo incluso estar allí, lo sabes.Intenté razones, intenté rogar, incluso intenté dar lastima y Hayden seguía diciendo que no. No podía ver a Amelia sino hasta después de la operación y la recuperación de 24 horas que tendría en cuidados intensivos.Una putada, tal como se lo dije.—Normalmente accedo a lo que me pides ahijado, pero no hoy. No entrarás, no estarás en galería, nada. Te quedarás aquí y esperarás. Y es definitivo.Quería verla, necesitaba verla, que supiera que no estaba sola. Lo primero que agarré fue una almohada y la lancé al otro extremo de la habitación, le siguieron las sabanas, la cobija, una jarra con agua, los vasos, un bolso, todo lo hice volar por la habitación.—Oh no, está en modo melocotón—Mike se apartó de mi camino.—Vamos Rámses, cálmate—mi papá quitó de mi mano el control del televisor antes de que terminara estrellado en alguna
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