Capítulo 295Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoCon los cuidados, el amor y con todo lo bueno que mi Axel me daba, yo me podía sentir mucho mejor. Y de hecho me sentía de lo mejor. Me sentía tranquila, liberada y enamorada de mi hombre perfecto, tanto que después de unos días que él me estuvo inyectando el tratamiento que me puso el médico, me sentí mucho mejor y tan era así que un día que salí antes de mis prácticas, sorprendí al hombre al que amo, mientras él estaba en una cita con un cliente y cómo yo sabía en dónde lo vería, me aparecí en ese lugar en esa cafetería y mi Axel, me vio de inmediato desde lejos y fue hasta que se desocupó que me acerqué a dónde él estaba.–Licenciado Vega – Le dije, riéndome un poco – Quisiera una cita con usted, pero no sé si me pueda atender, ya que no lo llamé con anticipación.Estaba muy feliz de haberlo ido a buscar, necesitaba verlo, sentirlo en mis brazos. Se me había ocurrido llegar en plan de cliente, para salir de la rutina. Des
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