Cherli llegaba a casa, le había dejado una nota sobre su escritorio, no podía cenar con él, ella tenía compromisos pendientes, otro día quizás, le gustaba Cristian, eso no lo negaba, pero él era a veces tan posesivo, obstinado, intensamente pasional, y aterradoramente frio, a lo mejor no creía en que ella sinceramente sintiera algo por él, tampoco se lo diría.En ese instante tocaba la puerta, se escuchaban voces y risas al interior, según podía notar por la ventana, bebían. Lo más seguro es que su madre estuviera como siempre muda y ausente, mientras la abuela y su tío bebían y fumaban.-Oh vaya, pero si es nuestra querida Cherli-.-Que bueno que llegas hija, mamá estaba esperándote, mira…-. Le mostraba un plato servido y cubierto.-Que extraño que estén tan amables-.Se sentó al comedor, aunque tenía hambre no cenaría en casa, mejor dejaría el dinero y se largaría de ahí, su abuela hablaba siempre incoherencias.Dejaba el dinero en manos de su madre.-Oye tú, pretenciosa, ¿Podrías i
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