Solo existía el vasto e interminable bosque. Había muchas criaturas salvajes en el bosque. Incluso de día, existe la posibilidad de que uno se enfrente a un ataque, pero de noche, era casi una garantía. Bajo la protección de los guardaespaldas, Elliot se adentró en el desconocido y aterrador bosque.Llevaba la antorcha en la mano. La luz penetró en la oscuridad, revelando un bosque lleno de lianas y ramas. ¡La desesperación surgió en su corazón! ¡¿Cómo se había atrevido?! ¿Cómo se había atrevido a adentrarse en el bosque? ¿Realmente pensaba que podría salir viva de ese bosque?Si sabía que era un camino hacia la muerte, ¿por qué no había regresado? Incluso si hubiera logrado escapar de la mansión, podría haber dado la vuelta. No se habría enfadado tanto con ella si lo hubiera hecho. Tragó saliva y gritó su nombre con voz temblorosa: "¡Avery!". Tras sus gritos, los guardaespaldas gritaron también: "¡Señorita Tate! ¡Vamos por usted! ¡Si nos escucha, por favor, responda!".Lo ú
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