Los rayos del sol penetraron la habitación iluminándola al instante, obligando a removerse de la cama a la muchacha parcialmente despierta, cuando se levantó se quedó un momento en su sitio mirando algún punto fijo de la alcoba, sus ojos celes estaban rojos e hinchados al igual que su nariz y una profunda y amarga tristeza sustituía a los siempre alegres y llenos de vida que tenía, suspiró, resignada, rota, agobiada y caída. –¿Madison? –La voz de Jude al igual que su toque en la puerta se reprodujo –¿puedo pasar? –Si… adelante. La alta figura del hombre penetro el lugar, llevaba puesto unos pantalones de vestir negros con una camisa blanca, sus largos cabellos negruzcos estaban sujetos ahora por una alta coleta que lo hacían ver más atractivo de lo que era sin embargo su atención no se concentr
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