AkemEstoy pasando por el pasillo de las habitaciones cuando escucho la voz de mi pequeña. Me acerco sigilosamente hasta la puerta y lo que oigo me deja fascinado.— Papá ese hombre como usted dice, es el hombre que me cuida, el que me mima, el que me da mi lugar porque soy su prioridad, el que me dió la dicha de ser madre, el que me hace feliz. — dice con la frente en alto — El papá, es el hombre que me enseñó amar. — Esa última frase me dejó estático.¿Le enseñé amar?Pero si ella fue la que derritió éste frío corazón, es el rayo de luz que alumbra mi túnel de oscuridad. Me quedo allí hasta que corta la llamada, ella al girarse se sob
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