Havanna...Tu mano dejó mi muslo y se posó delicadamente en uno de mis pechos, y sin dejar de besarnos, me lo masajeaste con suavidad. Me desabrochaste un botón del vestido y metiste tu mano dentro, acariciándome los senos por encima del sujetador, jugando con mis pezones a través de la tela negra.Dejaste mi boca y pasaste a besar mi cuello, mientras suspiraba y una de mis manos, sin poderla controlar te acariciaba la entrepierna, notando la dureza que escondías y que estaba deseando liberar.Nos besamos otra vez, esta vez con más ansia, y tu mano abandonó mis pechos para volver a mi muslo, descrucé las piernas, sabías lo que quería, que era lo mismo que querías tú metiste la mano bajo mi falda y llegaste a mis bragas…las acariciaste, me frotaste por encima de ellas, hasta que se humedecieron, entonces tus dedos apartaron la tela y entraron en mí, haciendo que mis suspiros se convirtieran en gemidos de placer y deseo.⸻Tenemos que entrar a una habitación, no podemos hacerlo aquí a
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