David Sin las excesivas preocupaciones que nos causaba el hecho de que Eige estuviera por ahí o alguno de sus secuases, ahora ya podíamos hacer planes, idear cosas bonitas, en mi caso, tenía pensado pedirle matrimonio, es verdad que estamos casados, por las razones que su abuelo interpuso, pero no fue un matrimonio como el que asumo toda mujer sueña, y pues quiero darle eso a mi querida Darla. Como para hacer cosas para una mujer, se necesita la ayuda de una de su mismo género, pedí a mi querida hermana, que me ayude, pues es además de cuñada, muy amiga de Darla, y de manera sutil puede averiguar qué le gustaría a ella, para poder concederlo. Mi padre, un romántico empedernido, aunque bajo esa capa de seriedad, tiene ideas muy buenas, él me dijo que era buena idea hacerlo el día de la carrera, la ganara o la perdiera, que después de la misma, me arrodille ante mi amada, y prácticamente frente al mundo, y mi familia le pida matrimonio, claro que esta vez sería por la iglesia, ella v
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