- Doctora Lozano, aquí está la chica que anda acompañando a la paciente que usted acaba de operar-. - Está bien Licha. Gracias, puedes retirarte. - ¿Doctora usted se encuentra bien? Preguntó la enfermera al ver que Aixa estaba pálida y sudorosa. - Estoy bien, puedes retirarte ya. - Ahora si, cuéntame que es de tu persona la paciente.- Preguntó Aixa con curiosidad. - Es mi mamá doctora. - ¿Y tu padre también vino con ustedes? - No doctora, mi padre no vive con nosotros. - Entiendo-. Respondió Aixa sintiendose aún más nerviosa, ya que le parece curioso que la paciente tenga el mismo nombre y el mismo apellido que su mamá ya fallecida. Y el otro dato curioso que la jóven ha mencionado es que ellos no viven con su padre. - Digame cómo está mi mamá doctora. - Ella ya está bien gracias a Dios, y gracias a ti también que tuviste el alcance de traerla rápido porque si se hubiesen tardado
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