Abro los ojos lentamente, lo primero que veo al hacerlo, es la luz del sol que se filtra por la delgada cortina blanca que se ondea debido al viento. La brisa eriza mi piel, una parte de mí se sigue aferrando a la vida que había construido, una en donde era como cualquier chica normal con su novio, pero no, eso ya se siente como un sueño.No tengo idea de cuántas horas de sueño tuve y sinceramente no me interesa, respiro hondo, estoy viva, miro mis manos recordando lo que pasó en el cementerio cuando todos se fueron, me sentí extraña, como si dentro de mí hubiera permanecido dormido un poder del que jamás creí cierto. Por un momento pienso que se debe a algo creado por mi mente, un sucio juego, pero no.Bajo la mirada, traigo puesto un camisón de seda de
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