Esa noche cuando Daniels llego a su casa, tuvo el deseo irresistible de buscar a Melisa y tratar de arreglar las cosas entre ellos así que fue a la habitación y la vio, allí echa un ovillo, seguramente había estado llorando pero ahora estaba dormida y solo pensó en abrazarla y sentirla cerca suyo, así que sin pensarlo, se metió debajo de las sabanas y la abrazo por la cintura atrayéndola a el, y el cuerpo de ella siempre alerta a las sensaciones que el despertaba se movió y ella despertó de su sueño para darse cuenta que el estaba allí, sus fuertes manos la apretaban, y por unos minutos se olvido de todo, y solo deseo permanecer así, adherida a el, percibir su olor, sentir su piel, pero cuando reacciono y quiso alejarse el la atrajo mas diciéndole al oído. - No te alejes de mi Melisa, te necesito- le suplico con voz ronca. Ella se volvió y pudo ver esos hermosos ojos grises que le
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